viernes, 8 de febrero de 2008

El CNF está dejando de ser una Isla

El jueves 7 de Febrero cuando ingresaba a la Isla en vertiginosa carrera en mi bici porque llegaba tarde a remar con mis amigos, tuve un sobresalto extra al que me provoca la subida de la clásica trepada al lago, este sobesalto me lo proporcionó una gran ausencia en mi paisaje habitual, mi cerebro aunque no es tan rápido como mi bici y yo, no tardó en detectar la actividad de humanos en torno esa ausencia que aparentaba claridad, pero que rápidamente fué transformandose en mí una sombra que ya empezaba a empañarme la tarde, algo que las nubes aún no habían conseguido.
El rugido de las motosierras me confirmaban mi peor presagio, esos humanos que se movían en el claro, eran en realidad una suerte de descuartizdores del cadaver de uno de los eucaliptos más grandes que había en la Isla, después del que está en los muelles... que puedo decir después de esto...
No sé, lo primero que se me ocurre es hacer un requiem por una extinta vida que seguramente fué testigo de cosas que que jamás me serán reveladas, seguramente ha visto pasar a un gran porcentaje de la población tandilense que orbita en torno al lago y masivamente en recientes teimpos soñados en torno a la senda aeróbica.
Todavía atónito llegué, tratando de encontrar alguna explicación plausible... alguna tormenta inplacable... alguna enfermedad desconocida... pregunté... las respuestas no fueron convincentes, posibles sí porque el absurdo tiene un amplio margen en nuestras vidas, pero la razón y sobre todo el sentido común no se convence fácilmente... en fin... el arbol que seguramente había vivido más que yo, yacía muerto y trozado, sin ninguna razón.
Para vos testigo silencioso de eventos deportivos, de amores furtivos , legales, contrariados o letales desamores, de alegrías, festejos y también de tristezas solitarias, como ésta que me embarga hoy a mí por vos, simplemente mi recuerdo... y por qué no mi bronca... compartida con quienes quieran compartir este sentimiento...
Néstor

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Realmente es una verdadera pena ver ese coloso caído.
Supongo que habrá una buena explicación para semejante barbaridad!

Anónimo dijo...

Hacía rato que por motivos particulares no podía conectarme (en realidad me cortaron internet en la ofi y ahora tengo que trabajar o disimular más que antes), en fin, en realidad quería volver a participar del blog, y tenía pendiente el tema del árbol. Hoy, pasé la tarde en el naútico con mi hijo, y en un momento el quería jugar en el árbol caído, también había otras personas y amiguitos. Al ver la escena del imponente tronco, fué unánime la congoja y la pregunta que nos hiciemos todos los presentes: porqué lo cortaron? solo tratamos de justificarlo por una cuestión de seguridad, pero lo que quedó del tronco se lo veía bastante saludable, así que presumo que otra será la respuesta, aún así no creo que lo justifique. La parádoja fué ver que a pocos metros había dos carteles que decían "sierras protegidas" y allí un grupo de personas reunidas por un interes de preservar lo natural, sinceramente lamento no haber podido hacer nada a tiempo para decirle a quién corresponda que no estoy de acuerdo con el corte de árboles. Así que propongo que comprometamos a quienes lo hicieron a que si tienen otra idea similar nos las hagan saber antes.

Hernán dijo...

Pifié la firma. La opinión anterior es mía.
Hernán

 
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